lunes, 7 de mayo de 2018

UN ANGEL, DE LA GUARDIA

Querido Paco:

Son las 22:20 en Nepal, hace una hora que ha despegado el avión de Katmandú. Tu cuerpo está en camino para volver con tu familia, tus amigos y compañeros. Ha sido un magnífico trabajo de equipo el que ha permitido que en menos de cuatro días estuvieran los trámites listos... ¡un récord para Nepal!  lo sabes tan bien como yo. Todos se han volcado: Mikel Leizeaga, el consulado en Katmandu, Carolina Marcos y Carmen Zorrilla, la embajada en Nueva Delhi, y también aquí la Guardia Civil, Aragón Aventura, tu familia, tus compañeros de Pamplona y de Jaca, Cesar y Marisol, hasta Jean Paul ha puesto su granito de arena.

Sabes que por aquí no nos lo acabamos de creer, pero es muy cierto que ya no planificaremos juntos ningún otro viaje a Nepal, que no me  "vigilarás" para que no me caiga redonda cuando me baja la tensión,  que no tendré que "meterte prisa" cuando te entretienes hinchando globos a todos los niños que se cruzan en el camino, que no tomarás más "mango lassi" con nosotros, que no recorreremos los mayoristas de Katmandú buscando pulseras para los Guardias Solidarios... 


Nos conocimos en 1996, cuando José Ramón Morandeira arrancó la primera promoción de los CUEMUM. Yo era una "pardilla" que empezaba en este mundo de la Medicina de Montaña. Tú eras uno de los profesores de montaña y de rescate que durante 18 años enseñó a cientos de médicos y enfermeros con profesionalidad, paciencia y entusiasmo. JR te había etiquetado como "oficial de enlace" entre la Universidad y la Guardia Civil porque seguías todo el proceso de formación técnica de los CUEMUM de principio a fin; te apreciaba mucho y su confianza no era fácil de ganar. Los médicos y enfermeros CUEMUM te recuerdan con cariño, y han sido muchos en estos 22 años.
 

En cuanto supiste que la Asociación de Medicina de Montaña José Ramón Morandeira arrancaba proyectos de ayuda humanitaria en las montañas de Nepal, te ofreciste a colaborar desinteresadamente, al igual que en el Master de Urgencias en Montaña y Medios Inhóspitos (MUMMI) que recoge el testigo de los CUEMUM de José Ramón Morandeira. Trabajar codo con codo ha sido muy fácil. Has sido siempre un amigo, de los que están cuando las cosas se tuercen, un compañero para tirar del carro. 


Tu visión de conjunto, tu criterio siempre honesto y libre de intereses, tu organización y prudencia, tu capacidad de observación, tu forma de entender la ayuda humanitaria, te convirtieron en piedra angular de la Asociación y en mi mano derecha en Nepal; además de que llegaste a ser todo "un experto" en pesar bebés con balanza de resorte, tomar tensiones con esfingo-manómetro, en medir los perímetros braquiales de los preescolares con cintas MUAC o en organizar las "avalanchas" de pacientes en el campamento sanitario itinerante. 




No lo digo en broma, cuando se acercan con entusiasmo decenas de adultos y niños sobre la médico y la enfermera, poder decir eso de "a mi la Guardia Civil", da mucha tranquilidad y seguridad.







Kumari, Purna, Netra, Tsering, Dawa, Ang, Mikel y todos nosotros, te llevamos en el corazón para seguir repartiendo MONTAÑAS DE ILUSIÓN en Nepal. A los niños de Tsum Valley, de Balmandir, de PHGH, de Creciendo en Nepal, cuando nos pregunten por ti, les contaremos que Paco les sigue enviando globos, balones y fruta en primavera y en otoño si se lavan bien las manos y los dientes.












Podría contar muchas anécdotas de tu labor en los proyectos humanitarios en Nepal y de tu colaboración docente con los CUEMUM- MUMMI, pero esto es sólo una porción pequeñita de todo el bien que hiciste en este mundo. También has salvado muchas vidas, has ayudado a mucha gente en apuros, has hecho disfrutar de la montaña a esquiadores y barranquistas, has formado sanitarios-rescatadores, te has cuidado de los tuyos... has sido "un ángel, de la Guardia", pero otros se encargarán de hablar de ello.




No depende de nosotros cómo y cuándo morimos, pero sí como vivimos. Y tú has dedicado tu vida a los demás. Estamos muy orgullosos de haber aprendido y trabajado al lado de uno de los mejores.

"Un buen corazón es la mejor Religión". Dalai Lama.





Esta noche, tu cuerpo vuela a miles de metros de altura mientras las banderas de Nepal elevan nuestras oraciones al cielo donde seguro está tu alma. Mañana por la tarde te recogemos en Barajas y te acompañaremos a Jaca. 





viernes, 4 de mayo de 2018

CUANDO UN AMIGO SE VA


El Subteniente de la Guardia Civil Francisco Valero Sanchez, Paco para la mayoría de los que le queríamos, ha fallecido de forma repentina.

Esta mañana, sobre las 10:25 (hora de Nepal), se precipitaba por un terraplén de unos 30-40 metros. El equipo volvía del Tsum Valley, donde habían pasado varios días prestando asistencia médica y educación para la salud a la población de etnia tibetana de esas montañas, además de revisar los medicamentos y material de curas de los botiquines dejados en Nile, Lar y Chumling. Carolina y Carmen no han podido hacer nada por él porque ha muerto en el acto. 


Cuando un amigo se va nos queda valorar los recuerdos vividos. Paco ha estado siempre "a la vera" de los CUEMUM (Cursos Universitarios de Especialización de Urgencia en Medicina de Montaña), desde 1996, como instructor de montaña y de técnicas de rescate, y desde 2015 también como responsable de seguridad de las expediciones humanitarias a las montañas de Nepal.


Sólo podemos admirar el camino recorrido por Paco que ha sido siempre honesto y responsable, además de ser ejemplo de entrega y sacrificio. Como especialista de rescate en montaña de la Guardia Civil desempeñó una gran y admirable labor, como profesor de la escuela de esquí Candanchú Ski School, la Escuela Aragonesa de Montañismo y los CUEMUM demostró unas magníficas dotes docentes, como persona se comprometió con gran entusiasmo y dedicación a los proyectos en Nepal de la Asociación de Medicina José Ramón Morandeira, a su familia y a sus amigos.


"Cuando un amigo se va, algo se muere en el alma"
Podemos decir que con él fuimos dueños de aventuras, de sueños, emociones, logros y decepciones, por eso Paco permanece en nuestros corazones para siempre.