martes, 14 de junio de 2016

INTENTANDO SER JUSTOS

Chumling está a unos 2.390 metros que, a la latitud de Nepal, no significa demasiado frío. Por eso, hemos decidido repartir en el "Low Tsum" las botas de ROBUSTA y las telas de franela, y dejar las chaquetas de la Escuela Espñaola de Esquí de Candanchú para repartir en el "Upper Tsum" que está por encima de los 3.000 metros y van a aprovecharse más.



Hay 50 casas en Chumling, así que hemos preparado 50 regalos. El Comité ha pensado en poner los nombres del cabeza de familia en un tarro y numerar los regalos. Así, se van sacando nombres y les corresponde un regalo por riguroso orden. Hasta aquí, perfecto. La cosa ha sido cuando uno de los que "organizaba" el sorteo, ha ido repartiendo regalos menores mientras no salía su nombre y cuando ha salido el suyo, ha empezado a repartir botas y así se ha asegurado un par. En todas partes hay listos y aprovechados. Menos mal que contamos con un agente de la Guardia Civil que ha puesto orden y ha controlado el reparto.


Las mujeres han recibido las telas con agrado. Entre organizar lo que se repartía, escribir los nombres de todos, ir sacando papeletas y entregar las cosas, terminamos de noche cerrada. Aquí a las siete ya no hay casi luz natural, y en Chumling no hay alumbrado público.


La gente de Chumling es pobre, pero agradecida y muy generosa también. Nos obsequiaron con té y un kata para cada uno (pañuelo blanco, crema o de colores que simboliza buenos deseos y respecto y que se entrega para dar la bienvenida o desear un buen viaje) para agradecernos el haber llevado hasta su pueblo estos regalos, las medicinas y haber atendido las necesidades médicas de todas las familias. 



Gracias a ROBUSTA, que ha donado las botas, a Lorenzo de Chía, que ha donado las telas de la tienda de su madre, y a ALTUS que nos ha proporcionado buffs y mochilas de cuerdas.



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