sábado, 31 de octubre de 2015

RUMBO A LA TIERRA DE LOS TAMANG

Decía Darwin que sobrevive el ser que mejor se adapta (que no el más inteligente), y adaptarnos a las circunstancias es lo que hemos hecho. La paciencia es la madre de la ciencia y en Nepal no queda  otra que armarse de paciencia.

Ocho de los miembros del grupo han salido a las seis de la mañana a la estación de autobuses para ir a Syabru Besi, donde empiezan el trekking de la Herencia Tamang y el trekking del Langtang, mientras me quedo en Kathmandu esperando que llegue el cargo aéreo. No sirve de mucho consuelo, pero la Everest Trail lleva  más de diez días esperando que llegue su cargo de Barcelona. Básicamente quiere decir que el transporte aéreo hasta este país está bastante "perturbado". Sea como sea, confío en poder salir el lunes hacia Syabru Besi con todos los bidones. El equipo de MONTAÑAS DE ILUSION  ha salido en 3 taxis hacia la estación de autobuses al más puro estilo de aquellos 600 de los años 60 de "familia se va de vacaciones".



De Kathmandu a Syabru Besi hay 135 km que se cubren en unas 7 horas, lo que nos da la escalofriante media de 20 km/h. Eso sí, "melenas al viento" si se va en clase "superior"; o sea, en la parte superior del vehículo, más "oreada" y con mejores vistas. A lo que se han sumado dos horas de la "pequeña espera" para rellenar el depósito, porque ¡casi no había cola en la gasolinera! En la foto se ven las motos haciendo cola para reponer combustible.



Una vez se ha salido del valle de Kathmandu (que lleva su tiempo, no crean), la carretera transcurre entre ríos -bastante más limpios que los que vemos aquí en la ciudad- y las verdes colinas. Parece que las montañas se van acercando y atrás quedan la aglomeración, los ruidos y la contaminación de Kathmandú.



Pedro no pierde la ocasión de inmortalizar todo lo que se le pone por delante, en vídeo, en foto o como haga falta.  



Por encima de Dunche las escenas son totalmente rurales, pero también se ven coletazos del terremoto. Las tiendas de campaña provisionales (y hace más de seis meses)  siguen en pie.




En total, 135 km. en nueve horas ¡para que luego nos quejemos de nuestra red viaria! A las cuatro de la tarde ha llegado el autobús a Syabru Besi, en el distrito de Rasuwaa uno de los más afectados por el terremoto de abril. Salva ha echado el resto descargándose medio autobús. Lucía, Eva, Marta, Luis, Alejandro, Pedro, Salva y Paco estarán en Thulo Syabru para esperar al helicóptero que sube con ayuda humanitaria de Ana y Jesús de la Cerdanya, y echarles una mano en la descarga y distribución de ropa y comida.



Desde Kathmandu poco que contar: llamadas telefónicas de coordinación (menos mal del pequeño NOKIA nepalés que compramos), correos electrónicos con los agentes locales, cálculo de tiempos para establecer las etapas del trekking a partir del lunes, cambio de euros a rupias en varias etapas (es poco recomendable cambiar 3.000 euros en un mismo sitio o de una sola vez) y últimas compras que me han encargado para el trekking. Por fin he recibido por mail la carta del Comité de Reconstrucción de Langtang que es el "salvoconducto" para pasar los controles de policía con los bidones de ayuda humanitaria, mañana buscaré dónde imprimirla. Hoy es sábado y es como los domingos en occidente; o sea, festivo. Mañana espero poder confirmar que los bidones han llegado en el vuelo de hoy y que han pasado el control de aduanas. Mientras tanto, Dawa me ha pedido conseguir keroseno para la cocina que transportaremos estos días a lo largo del trekking. En Syabru Besi cuesta 600 rupias/litro, algo más de cinco euros el litro; una barbaridad. Así que me he puesto en contacto con Uttam, un joven nepalés que conocemos, para que me lo consiga más barato en ya sabrá él dónde y cómo. "Hay que tener amigos hasta en el infierno".


viernes, 30 de octubre de 2015

BONDAD INFINITA


Hoy es de esos días que hubiera pedido a José Ramón que se encargara de escribir. Ha sido un día intenso en emociones, trayectos por la city y quehaceres inaplazables. La foto de las cinco de la tarde, al final de la reunión con el Comité de Reconstrucción del Valle de Nepal, pone en evidencia lo cansada que estoy. Pero el cansancio se cura con un sueño reparador. La pena y la impotencia, necesitan de otras medidas no siempre a nuestro alcance.



Nepal tiene un IDH (Índice para el Desarrollo Humano) muy inferior al de otros países que figuran en la lista de “prioritarios” para los programas de Cooperación para el desarrollo de Aragón, pero no está incluido. La pobreza, la mortalidad infantil, las enfermedades, el abandono, son realidades demasiado cotidianas en Nepal. Todavía más en Kathmandú. Lo que permite también la proliferación de supuestas organizaciones benéficas que no lo son en absoluto; aunque no siempre. A las ocho de la mañana y después de regatear intensamente el precio del taxi, hemos puesto rumbo al centro PABITRA SAMAJ SEWA NEPAL, del que Dawa tenía buenas referencias, y que dirige Dikchhya Chapagai, mujer de bondad infinita y de mediana edad. Acoge fundamentalmente a niños, pero también a mujeres desamparadas y ancianos sin techo. Hemos llegado cuando los niños estaban terminando de desayunar y se preparaban para ir al colegio. 



La verdad es que en el orfanato, aunque han progresado barbaridad, hacen corto con todo. Y es que eso de dedicarse a criar niños, que comen como una orilla de río, cambian de talla de ropa y calzado cada seis meses, rompen que no veas porque no paran (y si paran, es peor), que necesitan pañales, biberones, libros, y un largo etcétera, es asunto poco rentable, por no decir totalmente ruinoso. Y si no, que se lo digan a tantas y tantas madres, que sabemos lo que cuesta criar un hijo; bueno, en mi caso, tres.
Hemos conocido la historia de algunos de ellos, algunas de echarse a llorar. Han recibido encantados las medicinas, ropa, papillas y ceras para dibujar. 

Mientras hablábamos con los niños y Dikchhya, el teléfono nepalí que tenemos para funcionar por aquí ha sonado varias veces. Mikel me tenía al tanto de los trámites en el aeropuerto para recoger el cargo. Iban contra-reloj haciendo el papeleo para retirar los bidones, porque los viernes cierran oficinas a las dos (el sábado es festivo en Nepal).




Como no hay gasolina ni gas para las cocinas, hemos les hemos comprado leña para cocinar: 150 kg por 30 euros, que durarán 15 días. Ana y Jesús, de la Cerdanya, han previsto volver por la tarde con la lista de la compra: arroz, leche, patatas, aceite, lentejas, y un largo etc.




Al salir del orfanato, unos han vuelto al Ministerio de Sanidad, para terminar igual que ayer. Explicaba la Dra. Moya (Marta para los amigos) que se han sentido como en la casa que enloquece  https://www.youtube.com/watch?v=5BKzHH0v2vc&noredirect=1
No queda más remedio que moverse en taxi. Y como la "pinta" de turistas foráneos no nos la quita nadie, hay que regatear el precio de la carrera antes de subirse, si no quiere uno pagar más de la cuenta.




Otros hemos ido a un enorme supermercado a comprar la comida para estos días de trekking. Hemos llenado un carro enorme ¡por 250 euros! para nuestra economía precios muy baratos, aunque caros para ellos. Como curiosidad, un litro de aceite de oliva BORGES, ¡cuesta casi 15 euros! No sé con qué impuestos se gravará el aceite, quiero decir, que ni es vino, ni es un coche; pero 11 euros de diferencia de precio con España parecen un gran negocio, por muchos impuestos que lleve y por mucho que cueste el transporte, que no será tanto.

A eso de las dos hemos llegado al hotel, pero había que terminar de “regatear” la compra de las tiendas de campaña, tarea que hemos encomendado a Lucía mientras ultimábamos detalles del trekking con Dawa.

Corriendo a la reunión (otro meeting) con el Lantang Reconstruction Committee que contaré mañana. Ha ido bien, pero ha sido larga. Y justo antes de terminar, Mikel ha llamado para explicar que a pesar de que constaban los bidones embarcados, cuando han ido a recogerlos al almacén del aeropuerto con todos los papeles en regla, los bidones no estaban. Así que, pasamos al plan B: mañana viaje en autobús público a Syabru Besi del grupo, pero yo me quedo en Kathmandu esperando los bidones. Mañana es festivo, así que a esperar al domingo. Si todo va bien, el lunes llegaré a Syabru Besi con los bidones del cargo aéreo. Durante unas horas hemos estado convencidos de que los podríamos tener hoy para poder salir mañana todos juntos, pero no ha sido posible. Y esta vez, no es culpa de Nepal, sino de la compañía aérea Turkish. 

A las siete cena y programación para los dos próximos días. Nos cuesta 36 euros cenar los 9, cerveza y agua incluidas.



Mañana, diana a las 5:30 para no perder el bus.

jueves, 29 de octubre de 2015

MINISTRY OF HEALTH, RECONSTRUCTION COMMITTEE Y OTROS FRENTES

A pesar de los trámites y meetings, sobrevivimos, que no es poco. Los días de Kathmandú son lo que tienen: el meeting. Uno detrás de otro: meeting para preparar el meeting preparatorio del meeting en que acordaremos otro meeting en el que haremos un listado de cosas que igual somos capaces de aprobar en el siguiente meeting. Es un poco desesperante, pero por aquí las cosas son así y entienden mal las prisas de los occidentales; el fast-fast, come on - come on - come on que a ellos tanto los aturulla. Aquí lo que se lleva es el vistare-vistare, la paciencia oriental y la serenidad budista de las cosas, que el tiempo Dios lo da. Y lo que no dé tiempo de hacer en esta vida, ya lo haremos si hemos sido buenos en la próxima reencarnación, y a otra cosa. Esto explicaba a la hora de la cena (cuando hacemos resumen y conclusiones del día) al resto del grupo.

Marta, Eva, Luis y Pedro han ido al Ministerio de Sanidad a primera hora para obtener el permiso para ejercer como sanitarios durante la expedición humanitaria en el Parque Nacional del Langtang de estas semanas. Los han mareado de un sitio a otro para, al final, largarles una lista más larga de “papeles” de los que tuve que preparar para ejercer en la función pública francesa. Que no, que mire usted, que ni vamos a trabajar aquí de fijo, ni vamos a quedarnos meses, ni vamos a cobrar nada por prestar asistencia sanitaria, que no se trata de un modus vivendi, que se trata de un modus “ayudandi”; simplemente por si quieren saber que por allí van a tener estos días dos médicos, dos enfermeras, muchas medicinas y cinco técnicos de montaña dispuestos a lo que les echen. Claro, todo esto en English del sur de las Españas y en una ventanilla pública nepalesa; no sabemos muy bien si ha sido un problema de que las las “entendederas” de la funcionaria no estaban a nivel de “explicaderas” de la doctora Moya u todo lo contrario. Resumiendo, que después de circuitos interminables, del sube y baja por distintas delegaciones del ministerio, de explicaciones sin fin, mañana hay que volver a la primera ventanilla de todas las que han visitado, para dejar simplemente la fotocopia del pasaporte y la tarjeta de colegiado de las doctoras. Vamos, al más puro estilo del "Vuelva usted mañana" de Don Mariano José de Larra.



Mientras el equipo A realizaba el tour ministerial, el equipo B (Lucía, Salva y Paco) han empezando el día supervisando los bordados de las camisetas, las que nos ha regalado la Federación Andaluza… ardua tarea por mucho que se piense que es una tontada de misión. Por no alargarnos en detalles, han comprobado con horror como el bordado de las mangas  lo estaban haciendo en el hombro. Lucía, en perfecto andalusinglish ha puesto el grito en el cielo. Menos mal que sólo ha pasado en un par de las camisetas, razón más que suficiente para que el dueño “abroncara” en la trastienda al empleado que se había "lanzado" con los bordados de las camisetas sin preguntar, más que nada porque el error le va a costar tener que rebajarnos el precio. Luego se han volcado de lleno en las compras para el grupo: hay que ver y oir a Lucía regateando. Es un espectáculo. Lo vive y lo siente como "si no hubiera un mañana", con una naturalidad y un desparpajo andaluz, que nos deja a todos muertos de risa. De hecho, ¡ha tenido que hacer como un carné de baile para “darnos vez” y poder acompañarnos cuando vayamos a comprar los cuatro regalos para casa!




Y el equipo C (Alejandro y MªAntonia) se han ido a buscar mapas plastificados de Langtang, gas para los hornillos y a resolver las dificultades técnicas para presentar la App de Medicina de Montaña (de mediktor.com). También han acordado con Lhakpa Jangba, miembro del Langtang Reconstruction Commitee, acudir al meeting que tiene mañana dicho Comité en Thamel (el barrio de Kathmandu en el que se concentran la mayoría de los hoteles) a las 14:30h. 

A mediodía, meeting con otros cooperantes españoles. Hemos conocido a Pep, que ha acercado con la moto a Nima, el padre de Pasang Buthi, para organizar el viaje del sábado. Luego han venido Ana y Jesús, de la Cerdanya, para seguir con el meeting de ayer. Meeting con Dawa Tamang, nuestro sirdar, para darnos los permisos de trekking y para plantear las alternativas de organización: Si podemos despachar el cargo mañana, el sábado vamos todos a Syabru Besi en furgoneta. Si no, el grueso del grupo sale en autobús público el sábado a primera hora, mientras uno o dos nos quedamos aquí esperando el cargo y haciendo “relaciones públicas” con otras fundaciones, la asociación nepalesa de guías de montaña y la asociación nepalesa de compañías de trekking.





Por la tarde, organización de botiquines en diez paquetes. Ayer hicimos el inventario de lo que llevábamos en los petates, pero hoy se han quedado los paquetes preparados para cada población que vamos a visitar. A las cinco de la tarde es ya de noche. Poco antes de las seis apagón general en Thamel, lo que ha adelantado un poco el final de la jornada. En cualquier caso, aquí se cena a las siete.

Resumen y conclusiones a la hora de la cena que, como es "en familia", es un meeting mucho más llevadero. Agenda para mañana: Orfanato - Comprar comida - Ministerio - Aduanas - Meeting con el Comité de Reconstrucción - Preparar petates. 


miércoles, 28 de octubre de 2015

TRÁMITES Y MÁS TRÁMITES


Antes de contar cómo van las cosas en Kathmandú, que debe su nombre a una casa de peregrinos de madera o kasthamandap, ubicada en la ruta comercial hacia el Tibet, me permito una licencia "sentimental" al recordar uno de los posts que escribió José Ramón en el blog de la expedición al Annapurna en 2010 y que transcribo literalmente a continuación:

"Vuelvo a Kathmandú y, como siempre desde aquella primera ocasión en 1980, en la visión que de la ciudad registro se sobreponen una y otra vez los ojos del médico a los del turista o los del montañero. Y no es que la ciudad haya perdido encanto o misterio, no, que cuantas más veces vengo, más íntima y sosegadamente lo aprecio. Pero es que esta ciudad sigue consituyendo para mi la antítesis del más elemental concepto de “higiene y sanidad públicas” que pueda albergar no ya un médico, sino cualquier europeo medio.
El epíteto que mejor define a Kathmandú es el de “abigarrado”. Aquí todo se amontona: las casas, las calles, los templos, los monumentos, los habitantes, los turistas, los animales, los vehículos, las basuras por las calles, los comercios, las obras y cuanto imaginarse pueda, creando un tropel y un barullo difícil de describir. Pasear por las calles de la ciudad se convierte en un arriesgado ejercicio al que, en las zonas más antiguas, carentes de alcantarillado, se une la posibilidad de que te echen encima el contenido de un orinal al grito de “¡agua va!” del Medioevo.
Pensar que lo que te comes sea vendido en los comercios del ramo que te encuentres a tu paso, quita el apetito. Los urinarios públicos son para no entrar y salvo  los buenos restaurantes para turistas aparecidos en los últimos años, es imposible describir la mugre que hay en lo que ellos utilizan como comederos. Las fuentes de agua, los pozos, los baños públicos, explican perfectamente el alto riesgo de gastroenteritis que uno corre, con sólo tocar el agua que hay en ellos. Aunque actualmente, es posible superar a base de agua mineral embotellada la estricta norma de hace unos años de: “o agua hervida o cagalera”; pero no te fíes, pa porsia.
En fin, mejor que contarlo, ilustro lo que digo con unas fotos que hagan comprender el porqué de los terroríficos datos del 46% de mortalidad infantil, el 60% de disenterías y la esperanza media de vida cifrada en los 47 años. Es difícil ver viejos por las calles y, desde luego, no hay jubilados. Aún así, merece la pena verlo. Eso sí, los escrupulosos mejor abstenerse."

Como consecuencia del terremoto, además ahora hay edificios semi-caídos o caídos del todo, zonas de refugiados y muchos menos turistas. 

El día, soleado y caluroso, lo hemos dedicado a contactar con otros cooperantes españoles, para coordinarnos con ellos para conseguir el máximo aprovechamiento de los recursos que disponemos y también a hablar con afectados que viven en la zona en la que vamos a actuar, entre el trekking del Langtang y el Tamang Heritage Trekking. 



Nos hemos probado las camisetas que nos ha regalado la Federación Andaluza de Montañismo antes de llevar a bordar los ojos de Buda. Nos acompañaba Dawa Tamang, nuestro sirdar en esta expedición humanitaria.  




Mucho papeleo y algunos contactos nos han permitido conseguir el permiso de trekking en esa zona. Los bidones, que ya estaban cargados en el avión de Estambul a Kathmandu, finalmente se han quedado en tierra por sobrepeso. Mañana no hay vuelo. La incógnita es si el viernes podremos tenerlos disponibles.  Por lo visto, el caos del transporte aéreo es algo generalizado entre todas las compañías que ha reducido el número de vuelos semanales a Kathmandu; lo que ha generado que las mercancías se amontonen y lleguen con retraso a la capital nepalesa. El traslado a Shyaphru Besi está contratado, los porteadores apalabrados y un plan inicial perfilado. Nima, el padre de Pasang Buthi, y dos hijas han hablado con nosotros sobre la situación y las necesidades en la zona. Todavía están en el campo de refugiados instalado junto al templo de Boudhanath, pero nos acompañarán hasta Langtang.



El día ha dado de sí y parece que todo va bien, dentro de las dificultades. En cualquier caso, no está de más elevar una oración al cielo para que no se retrase la llegada de los bidones y que el viernes sea nuestra última noche en Kathmandu.




martes, 27 de octubre de 2015

NAMASTE

Quedamos el lunes 26 en Barajas, a eso de las seis-siete de la tarde, para facturar todos juntos el equipaje. Había que distribuir bolsas de medicamentos que no pudimos incluir en el cargo aéreo, considerados “material peligroso”, el material colectivo de progresión y seguridad, las pilas, la comida para el viaje y alguna cosa más. En total, facturams cerca de 200 kg, además de los 200 enviados por cargo con no pocas dificultades para su salida de Madrid, como para su recepción en Kathmandu. La semana pasada, para que no bloquearan la salida del cargo aéreo, retiramos los walkies y el ampulario de emergencias (la medicación inyectable del botiquín de trekking) de los bidones. Por circunstancias poco claras, el envío del material retirado no había llegado a Zaragoza en la fecha prevista. Gracias a Amparo, de Bergareche Nieto, a Chrono Exprés y a Miguel, de Borja, la entrega se realizó cinco minutos antes de que llegara el taxi que nos llevaba al AVE. ¡Un poco de emoción añadida en las horas previas a irse de expedición, mantiene los niveles de cortisol!



Pedro, Marta, Eva, vienen de Andalucía, Paco, de Navarra, Salva de entre Murcia y Cantabria, Alejandro y MªAntonia, de Aragón.  Nos subimos al Boeing 700-300 de EMIRATES para poner rumbo al este. ¡Quién fuera sobrado para volar en primera! Nada tiene que ver hacerse los 6.000 km y siete horas que separan Madrid de Dubai en  clase turista –que no está mal, pero tampoco bien- a hacérselos en primera; las angosturas que terminan haciendo que tengas las rodillas en las orejas y el codo del vecino en las costillas, no facilitan mucho la cosa del sueño reparador. Aunque peor son las siete horas en el aeropuerto de Dubai esperando la salida del avión a Kathmandu. Así que las cuatro horas y media de este segundo vuelo, las hemos dedicado a dormir. Decía Pedro que el aeropuerto de Kathmandu es como el de La Guerra de las Galaxias por lo variopinto y peculiar de los que por él circulan. Se ve gente de los cinco continentes, de ropas y culturas muy dispares, de conductas incluso peculiares.

Y, por fin, Kathmandu. Cuatro años y medio después de la última vez, cuando estuvimos para rodar UN HOSPITAL ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA en el valle del Khumbu y Campo Base del Everest. En el Aeropuerto, Luis Angel, de Valladolid y Lucía, de Málaga, nos esperaban con el chófer que nos dejaría en el hotel con todos los petates al completo. Primera fase, superada. 

Nepal, de extensión similar a Grecia, se extiende desde los fríos Himalayas (en sánscrito, “morada de las nieves”) al norte, a las calurosas llanuras colindantes con India, al sur. Se organiza en 14 regiones y 75 distritos o provincias, de las que 21 se vieron afectadas por los terremotos de esta primavera.

El saludo habitual es Namasté, que significa, “saludo a tu divinidad interior”. Los nepaleses son muy tolerantes, pacientes, pragmáticos, acogedores, y de sonrisa amable. En este país coexisten  más de 60 grupos étnicos, con casi 100 dialectos. Es, sin lugar a dudas, crisol de culturas. Los nepaleses perciben lo divino en las personas, los árboles, ríos y montañas; los budistas nepaleses consideran que los dioses son seres vivos y presentes, y por ello, influyen directamente en todos los asuntos humanos. Confiemos en que los dioses estén de nuestra parte, porque nos va a hacer falta.

sábado, 24 de octubre de 2015

VOLVER A NEPAL


El lunes 26 de octubre sale nuestro vuelo de Madrid a Dubai y luego a Kathmandu. El equipo del proyecto MONTAÑAS DE ILUSIÓN está integrado por nueve personas que desde el mes de julio han dedicado un enorme esfuerzo a conseguir recursos económicos y materiales (juguetes y medicinas) para los afectados por el terremoto en Nepal. Un especial y sentido agradecimiento a la Federación Andaluza de Montañismo por su interés, apoyo incondicional y disposición a colaborar en todo lo que ha hecho falta.





De acuerdo con los objetivos de la Asociación de Medicina de Montaña José Ramón Morandeira, centraremos nuestra atención en los pueblos de montaña.

A pesar de estar en contacto con Pasang Lhamu Mountaineering Foundation y con Langtang Disaster Relief Fund, muchas son las dificultades que hemos tenido que superar ... ¡y eso que aún no hemos llegado a Nepal!



Conseguir sacar el cargo aéreo ha sido un gran reto ya que hemos tenido que buscar un receptor que reuniera los requisitos necesarios. Han sido 197 kg de material sanitario, juguetes y equipamiento deportivo para las escuelas, que salieron el jueves 22 del aeropuerto de Madrid, tras quince días de "batallar". Según las últimas disposiciones del gobierno de Nepal, una entidad no puede recibir ayuda humanitaria si no dispone de un visado o convenio con el Social Walfare Council, trámite en curso en estas fechas para la mayoría de las instituciones, ya que debe renovarse periódicamente. Sin contar con todos los cambios que se han hecho en nuestro país en lo referente al envío de material por cargo aéreo, que nos han supuesto más de un quebradero de cabeza. En cualquier caso, si el cargo está volando a Nepal es gracias a Amparo de Bergareche S.L. (en Madrid) y a Mikel de Buddhaland Export (en Kathmandu).



Hace semanas que Nepal no recibe combustible como consecuencia del bloqueo de abastecimiento al que les somete la India. Lo complicado no es encontrar un camión o furgoneta que pueda acercarnos hasta Syabru Besi o Thulo Shyaphru con los nueve bidones del cargo aéreo y todo lo que tenemos que comprar en Kathmandu (mantas, tiendas de campaña, utensilios de cocina, entre otras cosas), sino ¡conseguir el combustible necesario!

La etnia Tamang ha sido una de la más afectada por el terremoto. Tenemos concertadas varias reuniones con algunos responsables para concretar las prioridades -dentro de la lista de necesidades que nos han hecho llegar- y para conseguir la autorización que nos permita pasar los controles de policía del parque, ya que no vamos como turistas y vamos a mover mucho material a lo largo del valle.

En realidad, ¡no hemos hecho más que empezar! Todos los trámites previos: el proyecto, las conferencias para recaudar fondos, las compras, los permisos, los contactos, los billetes, las vacunas, el cargo, hablar con el consulado, contactar con los agentes locales, las maletas, y tantas teclas a tocar antes de partir, son muy absorbentes y no dejan tiempo para casi nada más. Ahora, a menos de 48 horas de despegar, soy consciente de lo dura que va a ser "la vuelta a Nepal". Se asoman recuerdos de otra época, pesan la ausencia de José Ramón y la nostalgia de un tiempo que no volverá, la pena de ver los estragos del terremoto, lo poco que se ha hecho en seis meses... serán muchas las emociones que van a amontonarse en cuanto el avión haya aterrizado; a lo que se suma la incertidumbre de cómo podremos superar tantos escollos en un país sumido en el caos y la pobreza.

A todos estos "peros" que me asaltan, diría José Ramón: "Siempre adelante, con fe inquebrantable en el futuro". Para ello, este proyecto cuenta con un equipo de gran calidad humana y profesional que va a darlo todo y que no se arruga ante las dificultades ni los imprevistos: Marta, Lucía, Eva, Luis Angel, Salva, Pedro, Paco, Jandro y MªAntonia.



jueves, 15 de octubre de 2015

Cirujano y montañero...

Así se presentaba José Ramón Morandeira y así se tituló la conferencia con la que se presentó la Asociación de Medicina de Montaña que lleva su nombre. Fue el lunes 28 de septiembre, cuando hubiera cumplido 70 años, en la sala Ramón y Cajal del Colegio de Médicos de Zaragoza, con la presencia de muchos de sus amigos y familiares, compañeros de profesión y montañeros.

Fue un acto muy emotivo en el que se recordó al Dr. Morandeira y la labor que llevó a cabo por la montaña, los montañeros, los montañeses y sus pacientes, pero también se abordó el cómo esta Asociación va a seguir trabajando por todo lo que construyó.



De voz inconfundible, ronca y profunda, que le hacía significarse allá donde estuviera. Su palabra era firme, su tono autoritario, su mirada limpia. Un verdadero contador de historias y un asombroso vendedor de sueños. Con particular sentido del humor, para algunos excesivamente incisivo y atrevido; pero sobre todo, fue persona con una exquisita sensibilidad. Seductor, escéptico, increíblemente  visionario y muy divertido. Conversador entregado, de sólida formación académica: cuatro carreras (medicina, veterinaria, historia y periodismo), además de ocho años de piano y siete idiomas, aparte del español, (inglés, alemán, francés, portugués, italiano, gallego y catalán). Transpiraba humanismo. Entregado a sus pacientes, pero también a la montaña y a sus alumnos.

Agradecemos la asistencia de todos aquellos que pudieron acercarse, especialmente a los que se desplazaron desde otras localidades, así como todas las facilidades que mostró el Colegio de Médicos de Zaragoza para acoger este acto y participar con nosotros en este homenaje al Dr. José Ramón Morandeira.